Ciao, Ranieri: Se despide el italiano que luchó contra gigantes

Termina el partido entre Cagliari y Fiorentina por la fecha 38 de una Serie A donde el Inter firmó su estrella número 20. Sin embargo, la atención está en la banca del cuadro de Cerdeña pues desde este momento Claudio Ranieri deja de ser entrenador no solo del equipo, sino que también deja la actividad tras 36 años.

El italiano eligió a Cagliari como su última parada en su carrera como técnico, donde es considerado un referente de la institución, tras ascender desde la Serie C a la Serie A en un periodo de dos años a finales de los ‘80. Desde ese momento, Ranieri ganó espacio dentro de la élite italiana, dirigiendo grandes planteles como la Fiorentina entre 1993 y 1997, donde logró el ascenso del cuadro viola, y ganó la Copa Italia y la Supercopa de Italia en 1996.

Sus éxitos lo llevaron a dirigir el Valencia de España, donde ganó la Copa del Rey en 1999, y al Chelsea, donde alcanzó un 2º lugar tras el imbatible Arsenal de 03/04. También alcanzó un 2º puesto con la Roma en 2009 donde llegó a registrar 24 partidos invicto, no obstante, no le alcanzó contra el Inter de Milán de José Mourinho, quien se quedaría con la Serie A.

Pero su propia insistencia y trabajo tenían un premio para Ranieri en el modesto Leicester City de la Premier League. Contratado para la temporada 2015/2016, los Foxes reclutaron a jugadores desconocidos para el medio de la época como N’Golo Kanté, Christian Fuchs y el suizo Gökhan İnler, incorporaciones que se sumaron a un plantel donde ya estaban Schmeichel, Mahrez y Vardy, entre otros.

Tras un buen arranque de temporada, el Leicester City recién encontró su primera derrota en la fecha 8 contra Arsenal, que sería su competidor en la definición del torneo. Con 81 puntos en 38 jornadas, Claudio Ranieri no sólo glorificó al Leicester City con su primera Premier League, sino que venció a clubes de presupuestos millonarios como el Chelsea, Arsenal y Manchester City, siendo galardonado con el premio The Best al Mejor Entrenador.

A 7 años de ese momento épico, hoy Ranieri dio su última charla, se sentó por última vez en la banca del Unipol Domus, y una vez que sonó el pitido del árbitro, bajó la cortina de su propio espectáculo.